Además, es importante utilizarlos correctamente siguiendo las instrucciones del fabricante, evitando sobrecargas o conexiones eléctricas inestables.
Aprende cómo hacerlo de forma fácil y efectiva:
Limpieza regular

Lavadoras:
Limpia
el filtro al menos una vez al mes para evitar obstrucciones y malos olores.
Después de cada uso, seca la goma de la puerta para prevenir la formación de
moho. Una vez cada 3 meses, haz un ciclo de lavado vacío con agua caliente y
vinagre o un limpiador especializado para eliminar residuos de detergente.

Neveras:
Mantén limpias las bobinas del condensador y el área inferior de la nevera para evitar acumulación de polvo. Esto puede mejorar la eficiencia energética.

Limpie los quemadores y las bandejas después de cada uso. Haga una limpieza profunda en caso de grasa acumulada. Si el horno es eléctrico, evite usar estropajos metálicos que dañan el esmalte; en hornos de gas, revisa que las salidas de llama no estén obstruidas.

Mantenimiento preventivo:
Revisa puertas, sellos y empaques:
Verifique que la puerta de usted lavadora, nevera y hornos cierren correctamente y que electrodomésticos como licuadoras u ollas a presión no tengan fugas .
Evite sobrecargar los electrodomésticos:
No exceda la capacidad máxima de carga de la lavadora, lavavajillas o secadora.
Evite conectar electrodomésticos a tomas eléctricas dañadas: Asegúrese de que las tomas de corriente estén en buen estado y evite el uso de extensiones defectuosas.
Coloque los electrodomésticos en espacios con buena ventilación:
Es importante permitir la circulación de aire alrededor de los electrodomésticos para evitar el sobrecalentamiento.
Mantenimiento profesional
Programa revisiones técnicas periódicas: Realiza mantenimientos preventivos con técnicos especializados para detectar y solucionar problemas a tiempo.

Siguiendo estos consejos, puedes prolongar la vida útil de tus electrodomésticos, reducir los gastos en reparaciones y disfrutar de un hogar más eficiente y sostenible